A pesar de una impresionante tasa de aceptación del 98%, que da la bienvenida a casi todos los solicitantes, el atractivo de la universidad se ve atenuado por las realidades posteriores a la graduación. Los ingresos medios de los antiguos alumnos, seis años después, rondan los 27.700 dólares, significativamente por debajo de la media nacional, lo que indica preocupaciones potenciales sobre el valor de la educación proporcionada.
Sin embargo, hay una pega: los graduados suelen irse con una deuda media de 26.616 dólares, lo cual es mucho, sobre todo para una universidad que se supone asequible. Si tenemos en cuenta que el salario medio tras la graduación es de solo 24.400 dólares, saldar esa deuda parece realmente difícil. Además, con sólo el 39% de los estudiantes que se gradúan, te hace preguntarte por qué más estudiantes no terminan sus carreras.