Una mujer graba en silencio su operación. Cuando oye la conversación de los médicos, se pone pálida.

Se estaba poniendo en peligro, pero ya no había vuelta atrás. Días después comenzó la investigación. Los detectives llegaron al hospital haciéndose pasar por pacientes y visitantes habituales. Observaron, interrogaron y poco a poco fueron desenmarañando la red de engaños que el Dr. Harris y sus colegas habían tejido cuidadosamente durante años.

Jennifer, aunque aterrorizada, desempeñó un papel clave. Aportó un testimonio detallado, relatándolo todo, desde las miradas extrañas del personal hasta la noche en que había seguido al Dr. Harris hasta aquella ala restringida.