Para aprovechar mejor el producto, introduce el tubo del rímel en agua caliente durante unos segundos para aflojar el producto. El calor ayuda a deshacer los grumos que puedan quedar en el tubo. Después, ¡aplícalo como de costumbre!
En lugar de comprar una almohadilla térmica nueva en la tienda, puedes hacerla tú mismo con cosas que ya tienes: arroz y un calcetín viejo. Rellena el calcetín con arroz y ata un elástico alrededor de la abertura. Caliéntalo durante 2-3 minutos y disfruta.