Las compresas pueden utilizarse en caso de emergencia para vendar heridas. Además, las compresas absorbentes no contienen látex, lo que resulta práctico para tratar a alguien alérgico al látex. Las compresas son ligeras y baratas y no ocupan mucho espacio en el botiquín.
Sólo tienes que meter la prenda arrugada en la secadora con tres cubitos de hielo. El calor y la humedad ayudan a alisar la ropa en cuestión de minutos. Este truco es perfecto si tienes que salir pitando y no te apetece planchar.