Ingeniosos trucos que toda mujer debe conocer

Hay una solución sencilla. Todo lo que necesitas son pañuelos de papel, una cinta y bicarbonato sódico. Añade una cucharada de bicarbonato a un pañuelo y átalo con una cinta. Mete uno en cada zapato cuando no los lleves puestos.

Guarda las uvas frescas en una bolsa apta para el congelador. Una vez que las uvas estén congeladas, puedes utilizarlas como los cubitos de hielo tradicionales, con la diferencia de que éstos no se derretirán y arruinarán tu bebida.