Unos minutos antes, Jack se sentía positivo. Se había preparado para el vuelo de hoy, el primero después de tiempos difíciles. Estar de vuelta en la cabina era una buena distracción, le ayudaba a centrarse en algo que no fueran sus problemas.
Su papel de piloto, la rutina que ofrecía y las interacciones con los pasajeros le habían ayudado a encontrar consuelo tras las dificultades a las que se había enfrentado en el último año. Antes de subir al avión, respiró hondo y esbozó una sonrisa. Se había convencido a sí mismo de que si seguía fingiendo felicidad, con el tiempo, podría empezar a creérsela él mismo.