¿Qué le pasó a la chica que se quedó dormida en la playa?

«¡Sophia!», exclamó Emily. «Dios mío, no te vas a creer el día que he tenido. Necesito que me ayudes a resolver esto!». Pero Sophia no parecía contenta de ver a su hermana. Cuando sus ojos se posaron en Emily, soltó un grito que helaba la sangre. «¡ALÉJATE DE MÍ!» Chilló Sophia, con el rostro distorsionado por el horror. «¡¿QUÉ HAN HECHO CONTIGO?!»

«Sophia, ¿qué estás haciendo? Soy yo!», suplicó Emily, totalmente confundida. Pero Sophia sólo gritó más fuerte: «¡No eres mi hermana! Aléjate de nosotras, ¡no te acerques más!». Sophia descargó todo su peso contra la puerta y se la cerró en las narices a Emily. Emily se tambaleó hacia atrás, totalmente desconcertada. ¿Por qué le repugnaba su propia hermana? Primero la anciana, luego el hombre de la calle y ahora incluso Sophia.