¡La foto perfecta de un fotógrafo de bodas lleva a un descubrimiento que lo cambia todo!

Su portátil estaba sobre la mesa de la otra habitación, guardando el secreto que les había llevado a aquel precario momento. Mientras se encontraban en medio de la alegre celebración, cada uno era plenamente consciente de que su próximo encuentro sería un punto de inflexión, para bien o para mal. Y así, con copas de champán en la mano, se mezclaron con sus invitados, mientras el peso de las palabras no dichas se cernía sobre ellos, esperando el momento adecuado para ser reveladas.

Mientras la multitud seguía disfrutando de la fiesta, Oliver supo que no podía seguir así. Respiró hondo y tocó suavemente el brazo de Anna, apartándola de las celebraciones y llevándola a un rincón tranquilo. «Anna, tenemos que hablar de verdad», le dijo, con una urgencia en la voz imposible de ignorar.