¿Por qué le había elegido el oso para seguirle? Esta era una pregunta que no dejaba de dar vueltas en la mente de Luka, contribuyendo al creciente misterio que se iba desvelando poco a poco. ¿O lo había entendido mal? Luka volvió a mirar al oso, de repente menos seguro. ¿Se había fijado en él? De repente, ya no lo parecía. ¿Había malinterpretado las acciones del oso y posiblemente se había metido en una situación peligrosa? ¿Había hecho el tonto siguiéndolo? ¿A cada paso que se adentraba en el bosque se acercaba más a una amenaza invisible?
Las respuestas estaban más adelante, ocultas en los secretos del bosque, escondidas en la mezcla de sombras y parches de luz solar. Su corazón latía con fuerza por la emoción y el miedo a medida que se adentraba en lo desconocido, con la gran figura del oso guiándole a través de los arbustos.