Un oso saluda a su familia todas las mañanas y un día su padre descubre algo sorprendente

Luka era plenamente consciente de la temeridad de su acción. Sabía que Andrea lo desaprobaría vehementemente, pero una voz interior le impulsaba a seguir a aquella criatura. Siempre había creído en atender la llamada de lo salvaje, y ahora, la naturaleza le estaba llamando de la forma más extraordinaria..

Levantándose cautelosamente de su escondite tras el sofá, Luka mantuvo la mirada fija en el oso. Era consciente de que el tiempo apremiaba; tenía que actuar antes de que su familia se despertara. Si Andrea bajaba las escaleras en ese mismo momento, su oportunidad de seguir al oso se perdería irrevocablemente.