Un oso saluda a su familia todas las mañanas y un día su padre descubre algo sorprendente

Cuando Luka volvió a mirar a la enorme criatura, sintió una oleada de júbilo. ¿Qué podía querer ese oso de ellos? Los gestos del oso, que en un principio interpretó como un saludo, adquirieron ahora un nuevo significado.

El oso no sólo saludaba, sino que les hacía señas. En la profundidad de sus ojos oscuros, Luka vio una invitación tácita. El oso quería que lo siguiera…