Un oso saluda a su familia todas las mañanas y un día su padre descubre algo sorprendente

Al darse cuenta de la realidad del oso, una oleada de furia se apoderó de Andrea. ¿Cómo podía Luka exponerla a ella y a sus hijos a una casa frecuentada por osos?

Las horribles posibilidades se agolpaban en su mente. ¿Y si alguien dejaba descuidadamente entreabierta una puerta o una ventana y se despertaba con el aterrador espectáculo de un oso dentro de su casa? La idea de que su apacible hogar se transformara en un espantoso retablo era insoportable.