Con el tiempo, a pesar de las persistentes preocupaciones de Derrick sobre el trabajo estable, él y Rusty formaron un vínculo inquebrantable. Cada pequeño triunfo, como una entrevista o un trabajo temporal, era más dulce con Rusty a su lado.
Eran un par de supervivientes, decididos a sobrevivir hasta que llegaran días mejores. Y así, una mañana en particular, decidido a empezar de cero, Derrick salió con Rusty a dar un simple paseo, sin saber lo drásticamente que sus vidas estaban a punto de cambiar.