Un veterano visita a diario a una camarera en un pub: su último mensaje la deja llorando

Al día siguiente, su mundo se hizo añicos cuando recibió la noticia. James había fallecido plácidamente mientras dormía, apenas unas horas después de salir del pub. La conmoción la golpeó como un maremoto, llenándola de una pena y un pesar tan profundos que parecía que se la iban a tragar entera.

El peso de su ausencia se apoderó de su corazón. Su último regalo no era sólo el cheque, era la verdad, la conexión que ella nunca había sabido que existía. Era como si la vida le hubiera jugado una mala pasada, separándolos hasta que fue demasiado tarde.