Un veterano visita a diario a una camarera en un pub: su último mensaje la deja llorando

Su voz comenzó a quebrarse ligeramente, traicionando una emoción que Carla no podía ubicar. «Por toda la amabilidad que me has demostrado» Carla vaciló, sus dedos rozaron los bordes del sobre como si pudiera quemarla.

«No lo entiendo. ¿Qué es esto?» Su voz era apenas un murmullo, insegura de la seriedad del momento pero sintiendo instintivamente su gravedad. Los ojos de James, nublados y distantes, parecieron llenarse de lágrimas no derramadas. Por un momento, toda su expresión cambió, volviéndose frágil, como si el peso de los años le oprimiera de golpe.