Los premios fueron un testimonio de su extraordinaria dedicación y del legado duradero que dejó en la lucha contra la delincuencia. El misterio del garaje no sólo había hecho justicia, sino que también había enseñado a Mindy la importancia de la curiosidad y la determinación.
El viejo garaje, antaño un lugar de secretos ocultos, ocupaba ahora un lugar especial en el corazón de Mindy: un recuerdo del increíble viaje que ella y Billy habían emprendido y del legado de un hombre que había dedicado su vida a descubrir la verdad.