Un tío le dijo a su familia que nunca abriera su viejo garaje, pero lo que descubrieron dentro fue extraño

El tío Joey dejó escapar un largo suspiro y empezó a frotarse las sienes como si tratara de ahuyentar un dolor de cabeza. «Es complicado», murmuró en voz baja, sin encontrar la mirada de Mindy. La forma en que él y su madre evitaban el contacto visual sólo hacía que Mindy sintiera más curiosidad e inquietud.

El aire estaba cargado de tensión tácita, y parecía como si hubiera secretos acechando en el silencio entre ellos. Una noche, Mindy no podía dormir y se encontró escuchando a escondidas una conversación entre su madre y el tío Joey.