Un tío le dijo a su familia que nunca abriera su viejo garaje, pero lo que descubrieron dentro fue extraño

Cuando la luz del sol se filtraba, proyectaba sombras cambiantes sobre la superficie de la puerta, haciéndola imaginar formas y siluetas detrás de ella, tal vez trucos de la luz u objetos acumulados a lo largo de los años.

Cada leve crujido y gemido de la puerta aumentaba su curiosidad, intensificando su deseo de descubrir lo que se ocultaba en su interior. Sus dedos ansiaban levantar el pestillo y empujar la puerta para abrirla, impulsados por un deseo irresistible de descubrir los secretos que guardaba.