Mindy confrontó a su madre acerca de la situación, y a su madre, que parecía un poco avergonzada, se le pusieron las mejillas coloradas. Admitió que Mindy tenía razón. Acordaron que era hora de pasar a la acción y planearon abordar el misterio el próximo fin de semana.
También hicieron arreglos para que el tío Joey se les uniera. Así pues, el sábado se reunieron todos en casa del tío Greg, ansiosos por descubrir lo que había estado oculto durante tanto tiempo. En cuanto llegaron, Mindy se dirigió directamente a la puerta del garaje, pero su madre intervino rápidamente para detenerla.