Una niña dice a sus padres que tiene un gemelo en el colegio. Al día siguiente el padre pide el divorcio

Emily se rió mientras observaba a John, que escuchaba atentamente las fantasiosas historias de su hija. Según Caroline, Anna era todo lo que ella no era: extrovertida, atrevida y llena de travesuras. Al principio, tanto John como Emily encontraron las historias encantadoras, asumiendo que Anna era sólo otro personaje en el elaborado mundo de fantasía de Caroline.

Intrigado por esta nueva «mejor amiga», John hizo preguntas sobre Anna, sonriendo mientras le decía a Caroline lo mucho que le gustaría conocerla. Supuso que la conversación terminaría ahí, creyendo que la historia de una hermana gemela era otro cuento caprichoso. Pero no sabía que era sólo el principio.