Un camionero se venga de la mujer adinerada que le bloqueó la carretera

No podía creer que fuera tan irrespetuosa y despectiva con sus necesidades. Era un hombre trabajador con un trabajo que hacer y no iba a permitir que una mujer con derechos se interpusiera en su camino. Se asomó a la ventanilla de su camión y le exigió que moviera el coche. Para su sorpresa, la mujer estalló en carcajadas, como si su petición fuera lo más gracioso que hubiera oído nunca. «¿No ve que estoy haciendo un trabajo importante?», le gritó, poniendo los ojos en blanco. «Me moveré cuando me apetezca».

La ira de David llegó a un punto de ebullición al ver la expresión altiva de la mujer y la forma en que le miraba por encima del hombro. Estaba claro que se creía mejor que él sólo porque conducía un coche de lujo. Y para colmo, cuando miró más de cerca, vio que estaba sentada en el asiento del conductor, mirando el móvil y maquillándose. ¿Era éste «el trabajo importante» que estaba haciendo?