Una mujer en una cita de Tinder se da cuenta demasiado tarde de que él no es quien dice ser

El tipo era un egocéntrico que no paraba de hablar de sí mismo sin ningún interés por ella. Sus chistes no tenían gracia y sus comentarios condescendientes la hacían sentir incómoda. Cuando insistió en pedir por ella, eligiendo una ensalada, se sintió insultada y encerrada.

A lo largo de la noche, salpicó su conversación con comentarios sexistas y anticuados. La interrumpió repetidamente, desechando sus opiniones con un gesto despreocupado. Amelia se sentía invisible y su entusiasmo disminuía a cada minuto que pasaba. La noche se alargaba y ella no veía la hora de escapar.