Una mujer en una cita de Tinder se da cuenta demasiado tarde de que él no es quien dice ser

Por primera vez en mucho tiempo, Amelia sintió que sus muros empezaban a derrumbarse. La atención y el encanto de Jonathan la hicieron sentirse valorada y comprendida. Era un cambio refrescante respecto a su última cita, en la que se había sentido menospreciada y ninguneada.

Jonathan la escuchó atentamente y le hizo preguntas que iban más allá de una conversación trivial. Amelia apreció que pareciera interesarse por sus respuestas, que no se limitara a esperar su turno para hablar. Se sentía cada vez más cómoda, bajando la guardia poco a poco.