Locuras de pasillo: 37 casos en los que hacer la compra fue divertidísimo

Si tuvieras que elegir un lugar para dormir la siesta dentro de un supermercado, ¿cuál sería tu rincón ideal? ¿Quizá acurrucado en una cómoda cama de rollos de papel higiénico, o tal vez acurrucado en la zona de embolsado? Pero apostamos a que no elegirías el mismo lugar que nuestro siguiente comprador destacado… créenos, te vas a llevar una sorpresa.

Seguro que esta persona no es precisamente vegetariana, ¿no te parece? Pero oye, quizá los vegetarianos le estén secretamente agradecidos. Después de todo, ¿quién en su sano juicio se atrevería a coger algo de carne cuando existe la posibilidad de que despiertes a este excéntrico personaje?