Mientras tanto, su amiga le ameniza el día, ¡sin querer! En un percance con la arena, ha aterrizado de bruces en la playa, imitando a una estrella de mar fuera del agua. Es un espectáculo cómico, pero todo por diversión. Al fin y al cabo, la risa es un buen ejercicio: tensa los abdominales y mejora la salud del corazón
La presencia de este cartel hace volar la imaginación. ¿Cuántas veces habrá coqueteado aquí la fuerza del océano con la orilla? La decisión de colocar una señal de este tipo seguramente se debe a una mezcla de tradición local y sentido práctico, que combina la seriedad de la fuerza de la naturaleza con un enfoque desenfadado de la responsabilidad.