Una chica pilla a su padrastro con su amante en un café. En lugar de decírselo a mamá, ella hace algo mucho peor

«Tal vez una cabaña junto al lago este verano», dijo Linda con una sonrisa y los ojos iluminados. Emily asintió distraídamente, pero su mente estaba en otra parte, repitiendo una y otra vez la escena de la cafetería. Apenas podía tocar la comida, pues había perdido el apetito a causa del nudo de frustración que sentía en el pecho.

Después de cenar, Emily se disculpó y subió. Su habitación parecía un refugio seguro, el único lugar donde podía bajar la guardia. Se sentó en la cama y miró el breve vídeo que había grabado, estudiando cada fotograma. No era suficiente, todavía no.