Al haber crecido en una familia de militares, Vernon no era ajeno a la vida de un soldado. Su padre, su abuelo y varios primos habían servido, lo que convertía al ejército en una parte importante de su legado familiar.
Estos antecedentes hicieron que su decisión de alistarse en los Marines a los veinticinco años le pareciera una progresión natural, la continuación de una orgullosa tradición familiar. La trayectoria militar de Vernon contó con el apoyo incondicional de su familia.