Estudios científicos confirman la conexión entre los colores de las paredes y el sueño. Investigaciones como la realizada por Travelodge revelan que los dormitorios pintados de azul tranquilizante suelen provocar un sueño más reparador. Es un pequeño cambio con un gran impacto en tu descanso nocturno.
Las investigaciones revelan una verdad sorprendente: el seguimiento meticuloso del sueño puede generar ansiedad por lograr un sueño perfecto. Esta condición paradójica, conocida como ortosomnia, irónicamente empeora los problemas de sueño. Es un cuento con moraleja sobre las consecuencias imprevistas de nuestra búsqueda de un mejor descanso.