Años después de nacer, estas siamesas tienen algo que compartir

Pero cuando miramos la parte inferior de sus cuerpos, ocurre algo especial. Comparten una parte inferior, lo que los hace aún más únicos. Tienen un aparato reproductor, un intestino grueso e incluso un hígado que ambos comparten. ¿No es increíble?

Piénsalo: tienen el corazón y los pulmones separados, pero se unen para compartir otras partes importantes de su cuerpo. Es como un rompecabezas fascinante que sólo ellos pueden resolver. Sus cuerpos nos muestran las asombrosas maneras en que puede funcionar la naturaleza.