Incluso elaboraron folletos y vídeos en los que se explicaban las tácticas habituales de estafa y se daban consejos sobre qué hacer si alguien recibía una llamada sospechosa. Las llamadas de agradecimiento de otras personas que habían logrado esquivar estafas gracias a los consejos de Marie se sucedían.
Con cada historia, Marie se sentía con fuerzas renovadas, sabiendo que sus penurias impedían ahora que otros sufrieran. Unos meses más tarde, la ciudad puso en marcha una iniciativa más amplia contra el fraude, inspirada por la incansable defensa de Marie y Danny. El programa llegó a innumerables personas, sobre todo ancianos, educándoles sobre los riesgos a los que se enfrentaban.