una anciana de 87 años perdió los ahorros de toda su vida a manos de un estafador, pero no lo dejó escapar.

Decidieron mantener viva su historia, convencidos de que transmitía un mensaje que otros necesitaban oír. Hablando en centros comunitarios, Marie descubrió una nueva confianza al compartir los dolorosos detalles de su experiencia. Al verla de pie ante una multitud, con voz firme y fuerte, Danny sintió que su corazón se hinchaba de orgullo.

Marie ya no era la abuela asustada que se aferraba a la esperanza. Se había convertido en una figura de resiliencia, advirtiendo a los demás y dándoles las herramientas para protegerse. Pronto, sus esfuerzos se ampliaron. Danny y Alex empezaron a colaborar con medios de comunicación locales y organizaciones de servicios sociales para difundir mensajes de concienciación sobre estafas.