«La buena noticia es que he conseguido entrar», replicó Alex, con la voz apenas conteniendo su excitación. «He hackeado su red, pero tenemos que movernos rápido. No sabemos cuánto tiempo tendremos antes de que se den cuenta»
De vuelta en el apartamento de Alex, los dos amigos examinaron los datos que Alex había sacado de la red. Con todos los datos que recuperó, pudo ver listas de víctimas, historiales de transacciones, incluso los registros de mensajes de los estafadores.