Una taxista embarazada ayuda a un indigente a ir al hospital y a la mañana siguiente lo ve en las noticias

De acuerdo, pero voy contigo. Y yo conduzco» Leah no se opuso, así que los dos subieron al coche y condujeron hasta la comisaría. Dentro de la fría y burocrática comisaría, Leah y Kendall se enfrentaron a unos agentes escépticos.

Leah se acercó al mostrador de recepción, decidida, pero los agentes parecían más interesados en el papeleo que en su urgente petición de información. Los trámites burocráticos amenazaban con entorpecer su misión.