Abuela (72) da a luz. El médico le dice: «Se lo advertí», cuando vuelve con los resultados de las pruebas

Tula se quedó mirando la pantalla, con la respiración entrecortada entre el pecho y la garganta. HCG. No era la persona con más conocimientos médicos, pero tampoco era estúpida. Ya había estado embarazada una vez, de forma dolorosa y aterradora, de Ashley. Y si había algo que recordaba, era esa palabra.

Hormona del embarazo. Gonadotropina coriónica humana. Niveles elevados significaban una cosa. Embarazada. La sangre se le escurrió de la cara mientras se llevaba lentamente una mano al abdomen. ¿Se trataba de una broma? No sentía nada más que el dolor familiar y, ahora, un horror creciente.