Abuela (72) da a luz. El médico le dice: «Se lo advertí», cuando vuelve con los resultados de las pruebas

Ashley se dio cuenta enseguida. «¡Está despierta!», gritó, levantándose de golpe y corriendo hacia el pasillo. Un momento después, entró un médico con el portapapeles en la mano y la preocupación grabada en el rostro. Se acercó suavemente a la cama y preguntó qué había pasado. Tula dudó. Pero entonces, al ver el rostro suplicante de Ashley, habló.

«He estado teniendo… dolor. Agudo, punzante. En el estómago. Desde hace unas semanas», dijo en voz baja, evitando mirar a su hija. Ashley no respondió al principio, pero Tula vio cómo cambiaba su expresión: algo así como dolor mezclado con incredulidad. Volvió la cara hacia la pared y no dijo nada más.