Sorprendentes imágenes reveladas: Una mujer graba en secreto una parada policial

El peso de esta constatación hizo que le temblaran ligeramente las manos, pero mantuvo firme el teléfono, guardado en el bolso, consciente de lo importante que era documentar lo que estaba ocurriendo. Ya no se trataba de un simple control de tráfico, sino de algo mucho más serio. Tenía que mantener la calma, pensar con claridad y recordar que ya se había enfrentado a retos anteriores, aunque de naturaleza muy distinta.

De pie junto a su coche, con el maletero a punto de ser abierto, la mente de Jenny era un torbellino de escenarios, cada uno incluso peor que el anterior. ¿Y si el agente interpreta erróneamente que hay algo sospechoso en mi coche? O peor aún, ¿y si quiere hacerme algo? Estos pensamientos la atormentaban mientras, con los dedos aún temblorosos, se acercaba a regañadientes al desbloqueo del maletero.