Sorprendentes imágenes reveladas: Una mujer graba en secreto una parada policial

La mente de Jenny daba vueltas de incertidumbre. ¿Qué se propone el oficial? ¿Adónde se dirige? Consideró rápidamente sus opciones. ¿Debería marcharme? ¿Y después qué? Era plenamente consciente de que huir de un agente sólo empeoraría su situación, sobre todo porque no había hecho nada malo. Se le pasó por la cabeza la idea de que si huía, el agente podría acusarla de un delito de todos modos, metiéndola en problemas independientemente de su inocencia.

Al ver cómo el agente regresaba apresuradamente a su coche patrulla, Jenny sintió una punzada de curiosidad mezclada con alarma. ¿Qué estaba haciendo? Entrecerró los ojos tratando de entenderlo. Estaba trasteando con algo dentro de su vehículo, pero ¿qué? Volvió a entrecerrar los ojos. Y entonces lo vio. Se le cayó el estómago cuando se dio cuenta de que estaba manipulando la cámara del salpicadero. Esto era malo. Realmente malo.