Era una tarde cualquiera en el centro de llamadas del 911, donde gestionar el caos era la norma. Los operadores atendían un flujo constante de emergencias, desde accidentes de tráfico hasta crisis médicas, sorteando el incesante flujo diario de llamadas urgentes con facilidad.
Para destacar como operador, debe mantener la compostura en medio del caos. Tendrá que atender una gran variedad de emergencias e interactuar con personas que a menudo están enfadadas, asustadas o presas del pánico. Mantener la calma es esencial para resolver los problemas y prestar una ayuda eficaz.