Una chica llama al 911 y pide una pizza, la cara de los policías se pone pálida tras encontrar esto en su casa

Cuando nadie respondió, los agentes intercambiaron miradas de preocupación. Intentaron empujar la puerta, pero estaba atascada. Al darse cuenta de que así no podían entrar, se fijaron en una pequeña ventana lateral.

Jackson y Martínez decidieron romperla para entrar. Abrieron con cuidado la ventana rota y treparon por ella, con los sentidos en alerta máxima. La casa estaba oscura y desordenada, lo que les hizo ser aún más cautelosos al entrar, inseguros de lo que podrían encontrar.