Una chica llama al 911 y pide una pizza, la cara de los policías se pone pálida tras encontrar esto en su casa

La repetida petición, la persistente necesidad en la voz de la niña, la hicieron detenerse. No era normal que los niños volvieran a llamar después de que les dijeran que colgaran. Había algo más, una sensación de angustia que no podía ignorarse.

«¿Cómo te llamas, cariño? Preguntó Susan, suavizando el tono. La chica dudó antes de contestar: «Lily» Susan se dio cuenta de que tenía que ser muy cuidadosa para obtener información útil de Lily. «Cariño, ¿puedes decirme tu apellido?», preguntó suavemente.