Piratas secuestran un yate: Cómo la valiente maniobra de un pasajero lo cambió todo

La visión de los ocupantes armados de los botes, con armas que brillaban peligrosamente a la luz del sol, confirmó los peores temores de Ethan. No se trataba de un encuentro rutinario, sino de una crisis en toda regla. El pánico se apoderó de Ethan, pero su entrenamiento se puso en marcha, guiando sus próximos movimientos.

Su mente se agitó mientras sopesaba sus opciones, sabiendo que la indecisión o el miedo podían conducir al desastre. Con la adrenalina a flor de piel, entró en acción. «¡Todo el mundo a cubierta!», gritó, y su voz se abrió paso entre la confusión y el caos crecientes.