Piratas secuestran un yate: Cómo la valiente maniobra de un pasajero lo cambió todo

Apoyado en la barandilla, Ethan contempló la impresionante vista del océano infinito. La escena era como una postal: la luz del sol brillaba y bailaba sobre las tranquilas aguas, creando un resplandeciente camino dorado mientras el yate se deslizaba grácilmente por la profunda extensión azul.

Ethan estaba disfrutando de una tarde perfecta, con el suave balanceo del yate y la serenidad del entorno como telón de fondo. Todo parecía ideal hasta que tres embarcaciones aparecieron de repente en el horizonte, acercándose a ellos a una velocidad alarmante.