La tripulación, igualmente sorprendida, se movió con una nueva urgencia. Su sorpresa inicial se transformó rápidamente en una sombría determinación mientras corrían para hacer frente a la inminente amenaza. Corrieron por pasillos y escaleras, trabajando juntos para minimizar el peligro.
En medio de la confusión, el entrenamiento deportivo de Ethan sirvió como fuerza estabilizadora. Su presencia tranquila y autoritaria atravesó el caos, proporcionando un ancla crítica que ayudó a estabilizar a la tripulación y a guiar a los pasajeros a través de la confusión. Su experiencia se convirtió en un faro de esperanza.