Mientras permaneciera en la sala de control, podría mantener el motor en marcha, evitar paradas repentinas y ganar un tiempo precioso. ¿Y Ethan? No tenía forma de saber si Ethan los estaba reteniendo o si estaba en peligro.
Martin apretó los dientes, el peso de su decisión le presionaba como una fuerza física. Si abandonaba la sala de control, estaría abandonando el corazón del tren, la única baza que tenían para llegar intactos a la estación.