Charlotte se lleva el cuadro a casa y decide inspeccionar este misterio de arriba abajo.
Con la ayuda de Internet, Charlotte descubre que las coordenadas conducen a un lugar en un parque cercano a su casa. Decide ir allí y se lleva una pala por si acaso. Suele pasear por ese parque y nunca ha notado nada extraño, así que debe de tratarse de algo invisible a simple vista.