Dice que sólo hay una manera de descubrir el secreto: quitando la pintura. El experto tranquiliza a Charlotte: él pudo descubrir dónde está el secreto en el cuadro. Sólo tiene que rascar una pequeña esquina. Le da una espátula de pintura para que la raspe. Palabra de honor.
Con dedos temblorosos, Charlotte raspa cuidadosamente la pintura. Sin embargo, lo que vio a continuación fue totalmente increíble…