Poco después, Patrick pudo celebrar el cumpleaños de su hijo sin la preocupación habitual del robo de paquetes. Esta vez, todo salió a pedir de boca y el día estuvo lleno de alegría y celebración.
El agente Hayes fue invitado a la fiesta y, para sorpresa de todos, Eddie también acudió. Le entregó al hijo de Patrick un regalo de cumpleaños especial, un gesto de gratitud por la comprensión y la compasión que Patrick le había mostrado.