Este hombre, con una mirada de satisfacción y alivio, se acercó al agente y le expresó su gratitud, diciendo: «Por fin le habéis cogido. Ahora pagará por lo que ha hecho»
Mientras Eddie contemplaba la escena, tuvo claro que se trataba de Patrick, el propietario de la casa a quien había robado el paquete. El reconocimiento golpeó a Eddie con una punzada de culpabilidad, al darse cuenta de que la persona a la que había agraviado estaba ahora directamente implicada en la situación que se estaba desarrollando.