62 años y un bebé: ¿es su nacimiento un milagro médico o algo más oscuro?

Cuando Sindy empezó preescolar, los niños la bombardeaban con preguntas indiscretas. «¿Por qué tu madre es tan mayor?», le preguntaban, repitiendo lo que decían sus padres. Sindy sentía que la miraban fijamente. Era la niña que todos conocían; en un pueblo tan pequeño, nunca habían visto nada igual.

Todos conocían su historia, y cada cumpleaños era un recordatorio. El drama no desaparecía con el paso de los años. «Cada cumpleaños tuyo es un recordatorio del milagro, Sindy», le decía Mabel. Pero también parecía un misterio. ¿La gente se asombraba o simplemente pensaba que era raro? Sindy no lo sabía, ni ella misma estaba segura.