Las noches de cine de los sábados eran mágicas. Palomitas, risas y el consuelo de la presencia de Laura hacían que Sindy olvidara la frialdad de su madre. La amabilidad de Laura hacía que Sindy se sintiera mejor. Pero incluso mientras reían juntas, Sindy sentía que Laura le ocultaba algo.
Los cumpleaños eran diferentes con Laura; eran especiales. En cada abrazo y en cada sorpresa, Sindy sentía una conexión que faltaba en otros lugares. Con Laura, había una sensación de hogar, una comprensión tácita. Sin embargo, el misterio persistía: ¿cuál era el secreto que Laura no compartía?